El tratamiento de aguas residuales en industrias de alimentos es de vital importancia. No olvidemos que se trata de un recurso básico para la elaboración de cualquier producto de consumo. Por ello, deben garantizarse los más elevados estándares de calidad mediante el uso de las tecnologías más sofisticadas. Desde Veolia Water Technologies queremos explicarle todo lo que hacemos al respecto.

¿Cuáles son los desafíos para la industria de alimentos y bebidas?

Es evidente que, en estos momentos, la industria alimentaria se enfrenta a los desafíos más complejos de su historia. Estos son los más importantes:

  • Alimentar a una población que no para de crecer. Según las estadísticas, en 2030 la población mundial puede llegar a ser de 10 000 millones de personas. Esto, en un entorno de escasez de recursos como el que se vive actualmente y en el que hay que reducir el impacto ambiental a toda costa, tiene una gran complejidad.
  • Mantener la competitividad industrial. La dependencia energética de los combustibles fósiles aún es muy alta debido a que muchas fuentes renovables aún no son lo suficientemente potentes ni están lo bastante desarrolladas. También se ha creado un ambiente de incertidumbre jurídica debido a que las legislaciones cambian con gran asiduidad.
  • Mitigar el cambio climático. Sin la reducción de los gases de efecto invernadero, la industria alimentaria no va a ninguna parte. Debe poner rumbo a un modelo productivo con bajos índices de emisión de carbono.
  • Minimizar el uso de envases derivados del plástico. Cada vez deben ser más sostenibles. Incluso es recomendable su supresión siempre que se pueda. Generan millones y millones de toneladas de residuos de muy difícil eliminación.

Sin embargo, al igual que sucede, por ejemplo, en la industria farmacéutica, el desafío de mayor envergadura al que se enfrenta la industria alimentaria y de bebidas es la gestión sostenible del uso del agua.

Los procesos de tratamiento de aguas en esta industria deben garantizar su optimización y reutilización, pero siempre en condiciones en las que su calidad y seguridad no se vean comprometidas. No olvide que, al final, va a ser ingerida de forma directa o indirecta por los seres humanos.

Todo esto lleva aparejado otros dos desafíos en torno al uso del agua en la industria alimentaria. Vamos a verlos:

  • El coste de los productos sube cuando existe poca disponibilidad de agua. Al final, esto es algo que repercute en el consumidor final, que cada vez le cuesta más comprar los productos que necesita o desea.
  • Instalación de purificadoras de agua. En esta industria, el agua se utiliza para procesos muy diferenciados. Por ello, tanto el proceso de purificación como el de reciclaje y desecho de residuos deben llevarse a cabo de forma independiente.

Beneficios del tratamiento de agua en la industria de alimentos y bebidas

Invertir en el tratamiento de agua en la industria alimentaria, al igual que sucede en la minera y en muchas otras, trae aparejado una serie de ventajas incuestionables. Estas son las más importantes:

  • Reducción de la cantidad de desechos generada. Los sistemas de tratamiento del agua se ocupan de refinarla con el propósito de eliminar todas las sustancias tóxicas que posee tras ser utilizada. Así, en el momento de liberarla de nuevo al medio ambiente, es totalmente segura, lo que reduce ostensiblemente los riesgos asociados a la salud y a la contaminación.
  • Reutilización del agua. Muchas veces, tras el proceso de depuración, el agua es válida para multitud de usos. De hecho, se puede utilizar para realizar otros procesos dentro de la industria o para regar tierras agrícolas.
  • Producción de energía. El lodo que se recoge durante el tratamiento es materia biodegradable. A través de un proceso anaeróbico, a partir de él es posible generar metano, el cual resulta útil para crear electricidad con la que, incluso, es posible alimentar la propia planta.
  • Generación de fertilizantes. Esos lodos, al contener materiales biodegradables, también se pueden usar para incrementar el rendimiento de los cultivos de forma natural. Sus efectos son mucho más sostenibles y saludables que los asociados a los fertilizantes químicos.
  • Seguridad. Gracias al tratamiento adecuado del agua, los alimentos y las bebidas se procesan de forma fiable y siguiendo los estándares de calidad más elevados.

Calidad del agua para la industria de alimentos y bebidas

Sin duda, los sistemas de flotación por aire disuelto (DAF) son eficientes dentro de la industria alimentaria. Sobre todo, a la hora de tratar las aguas residuales generadas. Estas suelen estar cargadas de grasas, sólidos y muchos otros agentes contaminantes para los cuales esta tecnología es muy efectiva.

El sistema de funcionamiento del sistema DAF es bastante simple. A través de él, en el agua se generan una serie de burbujas diminutas que se adhieren a las sustancias contaminantes. Esto hace que vayan hacia la superficie. Una vez que están flotando, su recolección es extremadamente fácil y rápida. Con esto se consigue que el agua cumpla con los requisitos contemplados por la legislación vigente en el país.

En definitiva, tratar de forma conveniente el agua utilizada en la industria alimentaria y de bebidas es fundamental. Solo así es posible garantizar, por un lado, la calidad de los productos de consumo y, por otro, la salud de quienes los ingieren. Pero también es un proceso básico para reducir los niveles de contaminación medioambiental y para optimizar al máximo un recurso tan importante y escaso en estos momentos como es el agua.

En Veolia Water Technologies conocemos perfectamente la importancia que tienen actualmente los procesos de purificación y, por ello, ponemos a su disposición una gran variedad de sofisticadas tecnologías que podrá incorporar en su fábrica de forma personalizada.