Aunque oímos hablar mucho del tratamiento de efluentes y de su papel en la sostenibilidad y la protección del medio ambiente, se desconoce mucho sobre esta práctica. Ven y descubre cómo una planta de tratamiento de efluentes puede promover la sostenibilidad ambiental.
A nuestro alrededor se plantean diversas cuestiones sobre cómo proteger el medio ambiente y, para los más atentos, debería ser obvio que uno de los culpables de la destrucción y contaminación ambiental son los vertidos.
Este término nos llega muchas veces a través de noticias internacionales, donde varias empresas han sido llamadas ante la justicia por verter efluentes en ríos o áreas naturales que deberían ser protegidas.
Asimismo, escuchamos este término cuando se habla de algunos temas de salud y belleza, como la evaporación de efluentes en la industria farmacéutica; o cuando se pone en duda la importancia del saneamiento y el tratamiento de aguas residuales.
Por supuesto, ante esta noticia traída por los medios, entendemos que hay una tendencia muy nociva en los efluentes y que su tratamiento es fundamental. Pero, al fin y al cabo, ¿qué es un efluente? ¿Y cómo puede contribuir una planta de tratamiento de efluentes a hacer un mundo más sostenible?
Hoy le traemos toda la información que necesita para aprender más sobre el papel del tratamiento de aguas residuales en la protección del medio ambiente.
Después de todo, ¿qué son los efluentes?
La primera de todas las preguntas que debes entender, si necesitas entender la importancia de una planta de tratamiento de efluentes para la sostenibilidad, es a qué nos referimos cuando utilizamos este término.
Un efluente es, por tanto, un residuo que resulta de la actividad humana. Este tipo de residuos pueden proceder de redes de alcantarillado o de procesos industriales y pueden ser líquidos o gaseosos.
A menudo vertidos en el medio ambiente, estos efluentes son responsables de su degradación, contaminando los ambientes con los que entran en contacto. Entre los principales problemas causados por los efluentes -ya que históricamente se vierten en los ríos- está la contaminación del agua.
Tratamiento de efluentes: ¿cómo funciona?
El agua es uno de los recursos más importantes del mundo y, como sabemos, los efluentes son en gran medida responsables de su contaminación.
Para proteger el medio ambiente se hace imprescindible asegurar el tratamiento de los efluentes, ya sea mediante depuración de aguas residuales o mediante vertidos realizados por grandes empresas.
Aunque durante varios años este tratamiento se consideró una responsabilidad ecológica y fue olvidado por muchas empresas, la urgencia de proteger el medio ambiente ha hecho que la cuestión sea más apremiante y se sitúe entre las mayores preocupaciones de las empresas hoy en día.
Por eso, hoy en día, a la hora de planificar e implementar una industria, es bastante común que el tratamiento de efluentes esté, desde el principio, entre los temas principales.
Este tratamiento de residuos de actividades industriales ha supuesto un aumento de las inversiones, no sólo de pequeñas, medianas y grandes empresas, sino también en la investigación de las formas más efectivas de tratar estos efluentes y reducir su impacto ambiental.
¿Cómo funcionan las plantas de tratamiento de efluentes?
Para que todo esto sea posible, como puedes imaginar, es necesario que plantas de tratamiento especializadas se ocupen de los efluentes. Este proceso pasa por varias fases, antes de que los residuos puedan considerarse tratados.
Inicialmente estos residuos se separan, de manera que se puede garantizar, mediante rejillas, que los residuos sólidos y líquidos puedan ser tratados por separado. En este proceso se sedimentan los residuos arenosos.
Luego, en una fase de tratamiento primario, los efluentes son tratados mediante procedimientos, primero físico-químicos y luego bioquímicos. En estos se elimina la materia orgánica que pueda estar disuelta o en suspensión.
Antes de regresar a los vertederos, los lodos de estos procesos se tratan adicionalmente para reducir el contenido y el volumen de materia orgánica. Tras ser tratado e incinerado, al ser rico en materia orgánica, parte de este compuesto puede utilizarse como fertilizante, recuperándose para usos agrícolas. Asimismo, parte del agua recuperada, aunque no sea potable, se puede utilizar para otros fines, como regar jardines públicos o limpiar calles, contribuyendo a ahorrar un bien esencial: el agua para consumo humano.
La sostenibilidad ambiental como motor del tratamiento de efluentes
La contaminación del agua y del suelo son dos de las razones por las que se está prestando tanta atención a la investigación sobre el tratamiento de efluentes.
Cada vez más, las plantas de tratamiento están aplicando métodos nuevos y más eficaces para intentar mejorar la salud ambiental y promover la sostenibilidad.
A largo plazo, se espera que esta inversión dé como resultado no sólo un planeta menos contaminado y seguro para una vida sana, sino también métodos más económicos para utilizar el agua potable.
Además, la fuerte conciencia de que el agua se está convirtiendo en un bien escaso hace urgente garantizar su tratamiento, para que la vida humana pueda persistir.
Por tanto, podemos enumerar algunas razones fundamentales por las que el tratamiento de efluentes es esencial hoy en día:
- Promueve la salud humana y ambiental, en particular previniendo la propagación de plagas, virus y otras enfermedades;
- Crea un sistema efectivo de protección de ecosistemas, evitando que los impactos industriales y humanos sean tan destructivos para nuestros ríos, bosques y seres vivos;
- Protege los recursos hídricos y previene la propagación de enfermedades, así como la posible escasez de agua;
- Puede promover mejoras económicas a largo plazo, evitando la necesidad de resolver los problemas creados por la descarga de efluentes no tratados;
- Permite transformar los residuos en recursos reutilizables, incluidos fertilizantes.
Junto al tratamiento de efluentes también se están aplicando nuevas tecnologías para reducir su producción a nivel industrial. Sin embargo, mientras no se descubran nuevas formas de producción, el tratamiento de efluentes sigue siendo uno de los procesos más importantes para garantizar la salud humana y ambiental. Por tanto, el papel de una planta de tratamiento de efluentes es crucial para un futuro más sostenible.
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