
Se estima que para el 2030, casi la mitad de la población mundial vivirá en situación de estrés hídrico debido al incremento de la población, lo que aumentará la demanda de agua para el consumo humano, la agricultura y la industria, agravando el conflicto del agua. Para el año 2050, se calcula que la demanda total de agua será más del doble.
Aunque el 70% de la superficie de la tierra está cubierta por agua, el 96.5% es agua salada y la distribución del 3.5% restante (agua dulce) es muy desigual. Para los países que sufren escasez de agua de forma crónica, los únicos recursos hídricos disponibles en el futuro serán el agua regenerada y el agua de mar.
Para saber más, descargue hoy mismo nuestro artículo sobre la Desalinización de agua de mar mediante el Sistema de Ósmosis Inversa →
